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'El vuelco del cangrejo'
El Pacífico no visto.
Por Martha Ligia Parra
Hace un par de años el director barranquillero Roberto Flores ('Heridas') decía que les gustaba el nuevo cine colombiano, pero que le entusiasmaba más el que estaba por verse. Este último corre por cuenta de realizadores como Óscar Ruiz Navia, Rubén Mendoza, Jorge Navas, entre otros.
'El vuelco del cangrejo', ópera prima del caleño Oscar Ruiz, es el más reciente estreno del cine nacional. Con apenas 28 años, este director debutante acaba de ganar el premio de la crítica en el Festival de Berlín. Hace parte de una generación con múltiples talentos (guionistas, directores, productores), autores con una sensibilidad particular para percibir nuestro país.
Para contar las muchas historias que hace falta contar en el cine nacional Ruiz está interesado en intentar nuevas búsquedas estéticas. Y lo hace desde su perspectiva de director y de espectador. Hace el cine que le gustaría ver.
La historia de se sitúa en una geografía desconocida para el cine de ficción colombiano (como también lo hiciera 'Los viajes del viento'). Muestra los rostros de La Barra, una comunidad afro en el Pacífico colombiano.
"Primero fue el reparto que el guión. Las mismas personas inspiraron la historia". A partir de su contacto con ellas y de las propias vivencias del director en sus viajes - a lo largo de varios años - construye su película.
Como todo buen cineasta que comienza, Ruiz asume riesgos y ofrece una obra que mezcla el documental y la ficción. Estilo que lo emparenta con algunos de los mejores y más radicales exponentes del reciente cine latinoamericano como el mexicano Fernando Eimbcke o la paraguaya Paz Encina.
No resulta pues extraño que la obra de este joven caleño, haya sido premiada en el mismo festival donde el cine latinoamericano de los últimos años viene siendo reconocido.
Ruiz proviene del documental y este aspecto se evidencia en su primer largo de ficción. Fue además, asistente de dirección de 'Perro come perro' (2008) de Carlos Moreno y asistente de fotografía de 'El rey' (2004) de Antonio Dorado y de 'Yo soy otro' (2008) de Oscar Campo.
'El vuelco del cangrejo' describe la cotidianidad de una comunidad alejada y pequeña en el Pacífico, su día a día, cargado de incertidumbres y batallas: la escasez del pescado que amenaza la propia supervivencia, el progreso y la lucha por el espacio que vulnera el frágil equilibrio, la llegada de los forasteros.
En tono sereno y con pocos diálogos, logra conmovernos con el protagonismo del paisaje, con los silencios de sus personajes, con el rostro y las preguntas insistentes de Lucía, la niña de 12 años que quiere ser amiga de Daniel, el hombre silencioso que llega a La Barra.
La película habla de quietudes, de inmovilidades, de estancamientos, tanto del protagonista, como de la comunidad preocupada por su futuro inmediato. Pero al mismo tiempo, muestra acciones pequeñas y significativas, movilidades liberadoras.
La película permite asimismo entender las contradicciones, frustraciones e injusticias de un país en guerra como el nuestro.
El cine de Ruiz augura muy buenas cosas para el cine colombiano. La distancia radical con el lenguaje televisivo, el interés por realizar búsquedas expresivas propias que aborden de manera diferente las múltiples historias de nuestro país.
En la noche de los Óscares la actriz Mo¿Nique dijo al recibir el Óscar con su papel en 'Precious': "Este premio me confirma que era importante dejar de hacer lo popular para hacer lo que es correcto".
En medio de las presiones que suelen tener los jóvenes directores respecto a las historias, a los enfoques, a los temas del cine nacional, películas como 'El vuelco de cangrejo' o como 'Los viajes del viento' se atreven a hacer el cine que deja huella en nuestra cinematografía, que abre caminos y que además está siendo valorado en el exterior.
En suma, obras que se atreven a hacer lo correcto.
